Universidad Iberoamericana: Proponen nuevas prácticas para rescatar escuelas rurales de México
digitallpost.mx - Redacción

Desde finales de la década de los 70, poco se ha avanzado en materia de educación rural multigrado en México, modalidad que carga con diversos problemas a cuestas, señaló el doctor Diego Juárez Bolaños, nuevo investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (Inide), de la Universidad Iberoamericana.


Según el doctor en Ciencias Sociales con especialidad en estudios rurales, quien a lo largo de cuatro años realizó un estudio en escuelas rurales de Finlandia, Colombia y Cuba, con el fin de encontrar prácticas que pudiesen aplicarse con éxito en México, la educación multigrado, es decir aquella en la que los maestros atienden a más de un grado escolar a la vez, representa 47 por ciento de las 90 mil escuelas primarias públicas de México, con un millón 300 mil estudiantes, aproximadamente.


Este tipo de escuelas presentan diversos problemas generales, siendo el primero de ellos su contexto, ya que 80 por ciento de las escuelas multigrado rurales se localizan en zonas con índices alto o muy alto de marginación, lo que determina el grado de aprendizaje de los alumnos.


El segundo problema es la poca asistencia de los maestros a la impartición de clases, pues de aproximadamente 200 días que incluye el ciclo escolar, los alumnos de escuelas multigrado rurales pierden de uno a tres meses, por diversas razones. Además, los alumnos no reciben las cinco horas de clase diarias, lo que incrementa su retraso educativo.


A esto, dijo el experto, se suma que los planes de estudios, materiales didácticos y libros de texto utilizados en estas escuelas pertenecen a escuelas regulares, por lo que no son los adecuados, así como al hecho de que los maestros de las escuelas multigrado cambian constantemente, lo que dificulta una estabilidad en el proceso educativo, ya que en promedio un profesor permanece sólo un ciclo escolar en la misma escuela.


Con respecto a la investigación del doctor Juárez, de la que se desprendieron diversas recomendaciones para el caso mexicano, ésta arrojó que la carrera de pedagogía en Finlandia es una de las más demandadas y de las que cuentan con los cupos más limitados, de forma que las universidades reciben a los mejores recursos humanos. De hecho, para ser maestro de primaria en Finlandia, comentó el académico de la Ibero, es necesario contar con estudios de maestría.


Una diferencia de la educación primaria rural finesa con respecto a la del resto del mundo es que 80 por ciento de sus cursos para maestros son teóricos, pues la práctica se deja para los últimos semestres.


A diferencia de lo que podría pensarse, los alumnos de Finlandia acuden la misma cantidad de días y horas al año que los mexicanos, aunque con horarios de entrada, recreo y salida escalonados, para el mayor aprovechamiento de los maestros.


En el caso de las ciencias, los maestros abordan los mismos temas para ciertos grados, de forma que no tienen problemas para impartir clase a sus alumnos de distintos niveles. Además, en Finlandia no existe el concepto de reprobación, porque se considera que desmotiva e inhibe el aprendizaje de los alumnos. En su lugar, el alumno con rezago participa en actividades de refuerzo entre agosto y diciembre, de modo que para enero ya se encuentra al nivel de sus demás compañeros.


Si bien las escuelas rurales finesas cuentan con mayores recursos económicos que las mexicanas, estos no son suficientes para que todas tengan una biblioteca de calidad, por lo que han suplido este servicio con una biblioteca móvil que visita cada escuela por lo menos una vez al mes, momento en que los alumnos pueden pedir prestados libros que devolverán al regreso del vehículo, un mes después, apuntó el experto de la Ibero.


Tanto Finlandia como Colombia cuentan con transporte y alimentación gratuitos para los alumnos de escuela rural, mientras que Cuba presta especial atención a las actividades artísticas y culturales como parte integral de la educación.
"Una constante de los tres países analizados es que en ellos los maestros no se encuentran solos, lo que es una queja constante de los docentes mexicanos, que cuentan con poco acompañamiento".


Por ejemplo, Colombia no cuenta con la figura del supervisor, pero sí con la de asistentes docentes, quienes principalmente son padres de familia con mayores estudios, a quienes se capacita durante seis meses en temas didácticos y apoyan en el aula con revisión de tareas, lectura en voz alta y tareas mínimas de apoyo, a cambio de un sueldo mínimo.


Mientras que casi todos los directores de escuelas rurales en México son también maestros, en Colombia las tareas administrativas recaen sólo en el director, quien atiende los asuntos de varias escuelas, señaló el doctor Juárez.