Alquiler de vientres florece en impunidad
eldiariodecoahuila.com.mx - Redacción

No existe una regulación clara, ni una estadística para determinar la afectación de este delito en el país
La falta de una regulación federal sobre la gestación subrogada les ha abierto las puertas a empresas estadounidenses para celebrar jugosos contratos… que no siempre terminan bien para los aspirantes a padres. Proceso pudo consultar comunicaciones que detallan la negociación entre agencias de Estados Unidos, clientes y médicos mexicanos para realizar esta práctica. Lo grave es que entre quienes buscan la penalización de esta actividad y su legalización a escala nacional, se encuentran en un estado de indefensión las mujeres que alquilan su útero… y los bebés.

En el creciente negocio del alquiler de vientres están involucrados médicos mexicanos con empresas estadounidenses, de acuerdo con contratos y correos electrónicos a los que este semanario tuvo acceso. Se trata de un mercado trasfronterizo que alcanza hasta 2.9 millones de pesos por nacimiento.

La gestación subrogada en México es una jugosa empresa que va creciendo porque, dicen las agencias estadounidenses, resulta más barato rentar úteros en nuestro país.

Pese a las denuncias existentes, la gestación por contrato aún no está tipificada como delito en nuestro país, por lo que activistas y diputadas federales impulsan que dicha práctica sea considerada y castigada como trata y tráfico de órganos.
Otros focos delictivos

“¿Se mata a la gente y hay feminicidios… y no por eso los vamos a regular o sí?”, dice Teresa Ulloa, activista contra la trata y la prostitución; ella critica tajantemente a quienes buscan regular el alquiler de vientres.

Diputadas, activistas y académicas explican que la gestación subrogada es un negocio que afecta principalmente a las mujeres en condición de pobreza.

Advierten que al regular esta práctica como legal, se crearía en México un “paraíso de la explotación reproductiva”. Además comparan la donación de óvulos y renta de vientres con el tráfico de órganos.

Agregan que actualmente Tabasco y Sinaloa son los únicos estados en territorio mexicano que permiten la maternidad subrogada y, de acuerdo con las impulsoras de su tipificación como delito, algunas mujeres han sido llevadas a dichas entidades a dar a luz para que los certificados de nacimiento estén legalmente sustentados por las legislaciones locales.

Sin embargo, han detectado que los procesos médicos, contratos y el reclutamiento de estas mujeres se realiza en todo el territorio nacional.

Además, por ser una actividad que no está regulada, se desconoce la cifra de bebés que nacen de vientres de alquiler y en qué condiciones viven. Las agencias y clínicas dedicadas a la renta de úteros tienen especial interés por las parejas extranjeras.
Letras chiquitas

El alquiler de vientres es un negocio millonario que va al alza a escala global… En 2018 alcanzó ganancias por seis mil millones de dólares y se calcula que para 2025 sea un negocio de 27 mil millones de dólares, es decir, un aumento de 24.5%, de acuerdo con los datos del Market Surrogacy Report, proporcionado por la investigadora de la UNAM Eleane Proo Méndez, quien ofreció una cátedra sobre el tema en la Cámara de Diputados, en el contexto de las actividades impulsadas por la diputada Beatriz Rojas (Morena), para prohibir la subrogación a escala federal.

De acuerdo con la información obtenida por Proceso, de contratos y cadenas de correos electrónicos en los cuales empresas estadounidenses, clientes y médicos mexicanos negocian la gestación sustituta, no hay garantías para la mujer que renta su cuerpo ni para el bebé.

También de dicha información se destaca que se trata de una práctica que empieza a normalizarse en urbes como Guadalajara y la Ciudad de México, con contratos que alcanzan los 2.9 millones de pesos por nacimiento.

En la comunicación con los clientes, la empresa admite que el negocio se ejecuta en México porque a las “donadoras” locales se les paga menos que en Estados Unidos.

Una parte del contrato realizado por la firma My Donor Cycle + Surrogacy, con sede en San Diego, California, cuyo giro es la “coordinación y marketing” de la reproducción asistida, omite hablar de los riesgos de la salud de la mujer contratada, y aclara no responsabilizarse de “eventos de emergencia”, tales como nacimientos prematuros.

“El cliente es responsable de todos los gastos de emergencias relacionados con el menor. La compañía acepta cubrir los gastos de la subrogada, siempre y cuando existan cuidados de un doctor y se encuentre bajo nuestra red de proveedores”.
Se deja por la paz

Afirma que la práctica de subrogación puede ser un proceso “muy emocional y estresante, y, pese a que todo marche bien, existirá ansiedad generalizada debido a la gravedad de las implicaciones del resultado, tanto monetario como para el futuro de las familias”.

En el contrato, el cliente acepta que una fotografía del o los bebés nacidos de este contrato puedan usarse como publicidad para la compañía estadounidense, sin que esto “implique una falta de anonimato”.

Subraya que, si el cliente tiene una experiencia insatisfactoria del procedimiento, no tendrá acceso a los recursos legales de Estados Unidos, sino del país donde se ubique la clínica.

“El cliente entiende que buscar recursos legales en un país extranjero es, con frecuencia, difícil, costoso, consume tiempo y, quizá, no tenga una resolución”.

En el contrato la empresa se protege con un último párrafo, en el cual afirma que la práctica a realizarse no significa “la compra de un niño ni material genético de ninguna forma, la compañía no está disponible para garantizar la salud de ningún recién nacido ni la viabilidad de ningún embarazo”.

En la cadena de correos que datan de mayo de 2019 la empresa My Donor Cycle inicia las negociaciones de manera amigable con un posible cliente interesado en la contratación de una mujer en México para tener un bebé.

“Lilly N”, directora de la empresa, garantiza el procedimiento mediante dos intentos de fertilización in vitro y donación de óvulos. Ofrece hasta cuatro opciones de contratos que van desde los 69 mil hasta los 145 mil dólares, un equivalente a 2.9 millones de pesos.

El precio depende de los intentos, si el nacimiento es en México o en Estados Unidos, si la fertilización es en Guadalajara o en las Islas Canarias…

Si la mujer da a luz en Estados Unidos, por ejemplo, se le ofrece un seguro de 50 mil dólares, pero en el resto de los casos se omite la cifra.

En los tabuladores que la agencia explica al cliente se expone que la mujer que renta su vientre puede obtener hasta 30 mil dólares (unos 600 mil pesos). Se aclara que en la opción menos costosa, quien renta su útero tendrá asesoría legal independiente, sin ahondar en los motivos.

En la cronología de los correos electrónicos en poder de Proceso, My Donor Cycle responde favorablemente a la pregunta del interesado sobre si puede obtener una fotografía de la mujer receptora y un reporte sobre su salud.

“Tenemos 10 años en el negocio y nunca hemos tenido un problema de mezcla de donantes o de un uso incorrecto de un donante. Estamos basados en California, pero las donadoras están en México (razón por la que es barato). En California o en otros lugares de Estados Unidos las donadoras cuestan de 10 a 20 mil dólares más que en México (y francamente las mexicanas frecuentemente son mejores)”, explica la directora del programa.